«Por solo 90€, OMI promete transcribir tus pensamientos… pero ¿a qué costo?»
El OMI wearable ha irrumpido en el panorama tecnológico como una promesa audaz: un asistente de IA que no solo escucha, sino que aspira a entender tus pensamientos antes de que los verbalices. En IAHoy, analizamos a fondo este dispositivo que, presentado en el CES 2025, se encuentra en la delgada línea entre la asistencia personal revolucionaria y una pesadilla para la privacidad. ¿Estamos listos para que la IA lea nuestra mente?
Desarrollado por la startup estadounidense Based Hardware, OMI se presenta como un discreto botón que puedes llevar como collar o adherido a la sien. Su objetivo es claro: eliminar la fricción en nuestra interacción con la tecnología, pasando de los comandos de voz a una comunicación directa con el cerebro. Pero, ¿Cómo funciona exactamente y qué implicaciones tiene?
OMI 2025: El dispositivo que responde a tus pensamientos
OMI es, en su esencia, un innovador dispositivo de Inteligencia Artificial diseñado para potenciar la productividad personal a través de una «interfaz cerebral». Su creador, Nik Shevchenko, no se anda con rodeos: la visión es que OMI anticipe tus órdenes procesando datos directamente de tu cerebro. Una auténtica revolución en la asistencia personal.
En su versión inicial, que comenzó a distribuirse en el segundo trimestre de 2025, OMI opera principalmente con comandos de voz, activándose con un «Hola, Omi». Se conecta a tu smartphone y utiliza el potente modelo GPT-4o de OpenAI para una variedad de tareas que ya lo hacen increíblemente útil.
Funciones Actuales y Prometidas
Para visualizar mejor el salto tecnológico que propone OMI, hemos creado una tabla comparativa:
Característica | OMI – Versión Actual (Audio) | OMI – Visión Futura (Interfaz Cerebral) |
---|---|---|
Activación | Comandos de voz («Hola, Omi») o detección de intención al llevarlo en la sien. | Activación directa mediante el pensamiento, sin necesidad de verbalizar. |
Funcionalidad Principal | Escucha y transcripción de conversaciones en tiempo real, resúmenes, recordatorios y gestión de tareas. | «Lectura completa de la mente» para anticipar órdenes y procesar pensamientos complejos. |
Integración | Integrado con herramientas como Zapier, Google Drive y más de 250 apps. | Integración más profunda y proactiva con todo el ecosistema digital del usuario. |
Precio | $89 USD sin suscripción. | El módulo de interfaz cerebral se ofrecerá como una actualización a los primeros compradores. |
Lo más fascinante es que las primeras 5.000 personas que ordenaron el dispositivo tendrán acceso prioritario al módulo de interfaz cerebro-computadora, prometido también para el segundo trimestre de 2025. Un movimiento audaz que busca crear una comunidad de pioneros.
¿Cómo funciona? Tecnología de ondas cerebrales y casos de uso
OMI fusiona la inteligencia artificial con la tecnología de interfaz cerebro-computadora (ICC). Aunque la versión actual se centra en la voz, la promesa de la ICC es su gran diferenciador. Esta tecnología, que parece sacada de la ciencia ficción, permite la comunicación directa entre el cerebro y un dispositivo.
Utiliza la electroencefalografía (EEG) para captar las ondas cerebrales a través de sensores. Estos registran la actividad eléctrica del cerebro y un algoritmo de IA las interpreta. Es importante aclarar: en su etapa inicial, no «lee» literalmente los pensamientos, sino que detecta patrones, como la intención de hablarle al dispositivo, eliminando la necesidad de una palabra de activación cuando se coloca en la sien.
Casos de uso actuales y reales:
- Transcripción y resumen en tiempo real: Imagina salir de una reunión y tener la transcripción completa y un resumen con los puntos clave en solo 5 segundos gracias a ChatGPT. OMI lo hace posible.
- Asistente personal proactivo: Responde a tus preguntas, crea recordatorios en tu agenda y te ayuda a gestionar tu lista de tareas de forma contextual.
- Automatización de flujos de trabajo: Su integración con plataformas como Zapier permite conectar OMI con miles de otras aplicaciones, automatizando tareas repetitivas.
- Código abierto: A diferencia de otros dispositivos similares, OMI es de código abierto. Esto fomenta una comunidad de desarrolladores que pueden personalizarlo y expandir sus capacidades, lo que se traduce en una tienda con más de 250 aplicaciones ya disponibles.
La Polémica: ¿Quién accede a tus datos neuronales?
Aquí es donde la trama se complica. La idea de un dispositivo que pueda interpretar ondas cerebrales ha encendido todas las alarmas sobre la privacidad y la seguridad. ¿Estamos entregando la llave de nuestra última fortaleza de libertad: la mente?
Nik Shevchenko asegura que la privacidad es una prioridad. La plataforma de código abierto permite a los usuarios verificar a dónde van sus datos, con la opción de almacenarlos localmente en el teléfono en lugar de en la nube. La empresa afirma que toda la información está cifrada y puede ser eliminada con un solo clic. Su política de privacidad, actualizada el 3 de junio de 2025, detalla el cumplimiento de normativas como el GDPR.
Sin embargo, expertos en seguridad y derecho digital advierten de los enormes desafíos. Nita Farahany, autora de «La batalla por tu cerebro», describe la neurotecnología como una amenaza a nuestra privacidad más íntima. Esto ha dado lugar al concepto de «neuroderechos», un marco legal emergente para proteger nuestra actividad cerebral.
El problema de los «neurodatos»
Los datos cerebrales o «neurodatos» son únicos. Pueden usarse para identificar a una persona e inferir sus estados emocionales, pensamientos o sentimientos. El problema es que las leyes actuales, como el GDPR, podrían no ser suficientes. La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ya ha advertido sobre las posibles lagunas legales.
La principal preocupación es que pensamientos increíblemente sensibles (¿amas a tu pareja?, ¿odias a tu jefe?) puedan ser recolectados y analizados. Paradójicamente, estos pensamientos, que son más íntimos que muchos «datos de salud», a menudo no se clasifican como datos sensibles bajo las definiciones legales actuales, aunque requerirían el nivel más alto de protección.
El desafío es monumental: la tecnología avanza mucho más rápido que la legislación. La «reutilización» de datos neuronales, vendidos de una empresa a otra para fines completamente distintos, es un riesgo real y difícil de rastrear.
Nuestra Conclusión
OMI es un dispositivo fascinante que representa un salto cualitativo en la interacción humano-máquina. Su potencial para mejorar la productividad es innegable y su enfoque de código abierto es un punto a su favor. Sin embargo, abre una caja de Pandora en cuanto a la privacidad de los datos neuronales que, como sociedad, apenas comenzamos a comprender.
El debate está servido. La comodidad y la eficiencia frente a la última frontera de nuestra privacidad. ¿Es un precio que estamos dispuestos a pagar?
Nos encantaría conocer tu opinión en IAHoy. El futuro de la tecnología personal se está escribiendo ahora mismo.
Cuéntanos:
→ ¿Usarías un dispositivo como OMI en tu día a día?
→ ¿Qué es lo que más te emociona o te preocupa de la neurotecnología?
→ ¿Crees que los beneficios para la productividad superan los riesgos para la privacidad?
¡Te leemos en los comentarios!